Blog de Azkaban

Ellas o el descanso del guerrero: (edg-capitulo-1)

3/18/2020

CAPÍTULO I
“NUNCA DES A UNA MUJER LO QUE PIDA”

Quizá el mejor consejo que me haya brindado jamás un amigo, mi padre; y cuando digo nunca pienso que se refería a que no pierdas nunca la cabeza por conseguir para ELLA, por muy hermosa, tierna, morbosa, sensual y/o sexual que te parezca (“parezca”, dado que nunca sabrás con absoluta certeza) como si fuese tu vida en ello, aquello que tanto anhela. Primer error, una vez cometido estás perdido para siempre. Otra cosa es que lo haga ELLA, entonces, estarás perdido de igual modo, ¿me explico?, aunque tal vez con un ejemplo lo entendamos mejor:
ELLA- Pues... yo adoro los peluches, tengo mi habitación llena de ositos... (detalle: usa la palabra “habitación” y no “dormitorio” dado que el dormitorio es para dormir, aspecto del recinto que menos te interesa). Llegado este momento tú empiezas a cavilar como un loco, tu ¿hábil? cerebrito empieza a elaborar un cuestionario a partir del cual descubrirás la fecha señalada más próxima para gastarte un pastón en el más grande oso que se pueda comprar en el Toisarás, y haces preguntas estúpidas como:
-Por cierto, y tú ¿qué horóscopo eres?- para llegar hasta la fecha de su cumpleaños, santo o qué sé yo, a lo cual ella te responde dulcemente.
-Acuario ¿por qué?, ¿sabes algo sobre horóscopos?.
Y como tú no tienes ni pajotera idea te quedas planchado y respondes.
-No, por curiosidad.
Total, que al final averiguas la fecha en cuestión (si es que no ha sido ya, lo cual es una putada) y te gastas lo indecible en el dichoso osito. Lo siento amigo, has caído como un pardillo.
Otra cosa es, como decía antes, que seas tú el que quiera hacerle la misma jugada a ella hablándole de tus gustos tan selectos y refinados como puedan ser el fútbol, los coches deportivos (no te empeñes en hablarle de marcas, modelos, potencia y par-motor porque no entiende una papa y se aburre) y videojuegos de rol. Puede darse el caso en que a ELLA, se le ocurra comprarte el último videojuego del mercado; ten por seguro que será algo así como Speed-Master II para la Plei2, del cual, ni tienes el Speed-Master I ni tienes la Plei2, por lo que no te sirve para nada pero se te cae la baba de igual modo porque piensas que se ha acordado de ti y la tienes en el bote. Pardillo.
Por otro lado, todo se complica más en tu cabeza cuando, por tus principios, le niegas algo a la señora. Ten por seguro que esta llorará, pataleará, y conseguirá hacerte sentir culpable, egoísta, desconfiado, ruin, y todos los apelativos al efecto que se puedan ocurrir con tal de salirse con la suya, cosa que por supuesto consigue en la mayoría de los casos y, a su vez, en otra gran mayoría desdeñará lo conseguido. Pongamos un ejemplo:
El hombre por naturaleza es más reservado para sus cosas, tampoco es tan curioso y quisquilloso como ELLAS, suele ser más frío y despreocupado (cosa que a ELLAS las saca de sus casillas). Pues digamos que ÉL conserva desde hace tiempo una agenda en la que inocentemente ha ido apuntando en el transcurso de los años ciertos números de teléfono, notas, compromisos a la vez que citas laborales; por mano de pecado, esta cae incomprensiblemente en manos de ELLA. Si uno está ausente ten por seguro que la memorizará trazo a trazo, pero lo peor no es eso, la catástrofe comienza en el momento que tú estas presente; es ahora cuando esa continua marathon de 42 km. de situaciones se convierte además en una carrera de obstáculos. El primer paso es acceder a dicha agenda con aire desenfadado e inocente pero con el suficiente descaro para que veas que esta está ahora en sus manos; en un alarde titánico de serenidad, intentas no darle importancia a la situación pensando, -¿mientras no la abra...?. Pero cuando miras de reojo, dato del que obviamente ELLA se da cuenta ya que no te quita ojo observando tus reacciones a cada gesto suyo, ves con estupor, (no sé de que nos sorprendemos), que ha abierto la caja de Pandora. Por esa mezcla incontenible de enfado y desconcierto y en un alarde de autocontrol dices: -¿qué haces?, sabes que no me gusta que se hurgue en mis cosas-, mas intentándole hacer ver que sólo es por respeto y confianza y no porque tengas algo que esconder. Acabas de caer en la trampa como un ratoncillo; si la llegas a ignorar conteniéndote dos minutos más, cerrará de inmediato la agenda en un alarde de agradecimiento por la confianza depositada, pero no, no nos podemos contener dado que sabemos con certeza que leido en esta el más mínimo detalle sin importancia puede desencadenar el más feroz ataque de celos y petición de explicaciones (en su mayoría difíciles de creer pero ciertas). ELLA que mantiene abierta la agenda mirándote a su vez con desdén y visible enfado preguntándote: -¿qué pasa?, ¿es que tienes algo que ocultar?. Mil y una explicaciones no bastarán a lo que poco a poco te vas dando cuenta de que el único remedio es, como siempre, que se salga con la suya, a lo que accediendo con desgana dices: -haz lo que quieras tesoro, ¿qué esperas encontrar?. A lo que ella cierra la agenda, la deja suavemente donde estaba en un principio y relajadamente y casi sin mirarte a la cara te responde: -Nada, sólo era para ver si confiabas en mí.

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Ellas o el descanso del guerrero (edg-capitulo-0)

8/13/2019

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PRÓLOGO Y CAPÍTULO "0" (LA PRESA)

Un trozo de mi vida. Cómo comenzó y cómo, hoy por hoy, quisiera que acabara. Partes sumergidas en contextos personales, consecuencias de vivencias propias como las vi y las viví; principio y final de un cuadro inacabado, y así, poder descubrir un capítulo nuevo o ampliar un concepto pasado. Creo que si algún día, cual Dorian Gray, miro el libro acabado habré muerto por dentro.

Como veréis, principio y final son muy distintos; no soy ni la sombra de lo que fui ni un atisbo de lo que seré. Descubrir quién soy ahora depende de aquella que no tenga miedo de ver, de buscar, no en lo que escribo que sí en lo que soy, mas puede que ni yo lo sepa, aunque yo, sin miedo alguno, sigo buscando.

PRÓLOGO

No existe ningún motivo especial por el que empiezo esto, creo que por la necesidad de no olvidar nunca qué es lo que nos hace diferentes, aquello que a; antropólogos, psicólogos, filósofos, sociólogos y gente normal y corriente como yo nos ha traído históricamente de cabeza, “¿en qué piensan las mujeres?”.

Cierto es que existen diferentes vertientes o tendencias que se decantan por una u otra afirmación, “ser o no ser”, “pienso, luego existo”. Lo que sí es cierto es que ELLAS existen, por lo tanto han de pensar en algo concreto, ¡pero por Dios bendito! ¿en qué?. De antemano quisiera advertirte, (suponiendo que esto llegue a leerlo alguien algún día) que después de algunos años intentándolo, no he llegado a obtener respuesta coherente alguna y vive Dios que lo he intentado, que sí a divagar tras algunas experiencias, lo que nos lleva, y digo “nos” presumiendo que estés de acuerdo conmigo, a otra famosa afirmación; “sólo sé que no sé nada”.

Partamos de una máxima, “SIEMPRE DECIDEN ELLAS” (1), no nos engañemos y cambiemos esas tan manidas frases de -anoche ligué- o -la tengo en el bote- por otras más realistas como, -anoche me ligaron- o -me tiene en el bote-, pero más adelante hablaremos de ello.

"ELLAS o el descanso del guerrero" es una visión personal de cómo transcurre la guerra de los mil años; una guerra de guerrillas eterna. Complejas partidas de ajedrez con innumerables posibilidades, sacrificios de peones, alfiles y torres para dar jaque, en ocasiones al rey y en otras a la reina, con la agravante de que, mientras el rey se ve limitado a dar cortos pasitos de casilla en casilla la reina es capaz de atravesar de una tacada el tablero entero; y en la que muy contadas ocasiones quedamos en tablas. Yo emprendí la difícil, por no decir imposible empresa de encontrar el Vellocino de Oro, de descubrir si en cada situación has sido o eres rey o peón, de encontrar a mi otra naranja entera tal y como lo describe Jorge Bucay, cruzada infructuosa donde las haya... ¿o no?. Juzguen ustedes si quieren, y pueden.

LA PRESA

En ocasiones me he preguntado qué es aquello que nos atrae tanto del sexo opuesto, de ELLAS, qué despierta ese irrefrenable escalofrío que recorre nuestro cuerpo cuando, babeando, observamos a una hembra de nuestro agrado. ¿Instinto?, ¿qué instinto?, no será ese misterioso animal que se esconde ancestralmente en nuestro herencia genética y al que se le achacan la mayor parte de nuestras vergonzantes e inconscientes acciones y actitudes, curioso es que hayamos mantenido lo peor de este, véase; el bello se eriza como herencia de las aves que tienden a crear una capa de aire con su plumaje a fin de mantener su temperatura corporal pero incómodo e inutil en nosotros a no ser que uno tenga más pelo que un gorila en la niebla, al igual que cerrar los ojos al estornudar, autoprotección dicen; nuestros sentidos están atrofiados en lugar de evolucionar y agudizarse, ¿alguien a visto un mono calvo?, ¿y una leona con sofocos menopáusicos?, nuestros dientes y miembros no vuelven a crecer si se nos desprenden, torpes e indefensos no sólo desde el primer segundo de vida sino que 30 años después seguimos dependiendo de nuestros progenitores .................................. Seamos francos, nosotros, raza superior donde las haya, puestos a elegir, nos hemos quedado con lo peor.

Volviendo al tema que nos atañe, nos dicen que es instinto de reproducción, de continuación de la especie, ¡vamos hombre!; si así fuese, qué me lleva a mí que carezco, en principio de dicha tendencia, No he buscado ni deseado una pareja para participar de dicha continuación de la especie, ¿tener hijos?, que de hecho no me han gustado nunca, ¿qué nos hace a algunos buscar y rebuscar una compañía que no deseamos eterna?.

Si fuese atribuible al mero arte de la conquista, al primitivo placer de la caza; cazar por placer no es animal, en el sentido más peyorativo del término, es humano.

El predador (del otro reino animal) busca, acecha, acorrala y caza por pura necesidad o protección de su territorio. El humano no escatima en medios y recursos, las/les busca, acecha, acorrala, devora y lo que es peor, expone (¿qué es una conquista sin amigotes/as para presumir contándoles la hazaña, y el trofeo de caza?), por puro capricho, alimentar su ego, un saco roto que rara vez se llena, voraz e insaciable.

Instinto, ¿de quién hemos heredado esto?, este denigrante comportamiento tan humano. Pues del reino animal, raras son las especies monógamas de por vida, contadas especies en el inconmensurable mundo animal, sí, la inmensa mayoría, no tenemos más que ver algún capítulo del Natinal Geographic, son polígamos, mantienen harenes como los leones, fornican con la primera hembra que huelen como hacen por ejemplo perros y gatos, mantiene una efímera relación sexual como los conejos, incluso, no debemos olvidar que otros sodomizan a sus esporádicas parejas no sin cierta violencia de género, o les arrancan literalmente la cabeza después del acto. Porqué comentarios despectivos como "ese se va con la primera que pilla" y no dicen "ese cierra los ojos cada vez que estornuda".

A mi criterio, llevar cabo esta actividad cinegética heredada e inconsciente por supuesto, no es ningún lujo o si no, lean lean...

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